Con una foto del aspirante a alquiler se puede medir su capacidad de pago, si necesita fiador y dejar listo el contrato.

La demanda por vivienda se mantiene al alza por la formación constante de nuevos hogares, en especial unipersonales. Las estimaciones más recientes del DANE indican que en 2020 el 36,9 % de los colombianos vivía en arriendo, 1,2 puntos porcentuales más que en 2019. Esto implica un grupo de 18,5 millones de personas que en muchas ocasiones tienen dificultades para acceder a un alquiler, bien sea porque no tienen fiadores o porque el trámite es dispendioso en las inmobiliarias. Para agilizar y flexibilizar estos procesos se unieron la consultora de tecnología Double V Partners y la firma de garantías de cumplimiento para contratos de arrendamiento Afiansa. Juntas lanzaron una aplicación que con solo una foto del aspirante a arrendar puede validar su identidad, saber si tiene la capacidad financiera para tomar el alquiler y concretar el proceso.

“Con la tecnología se puede conservar la seguridad y mitigar el riesgo para las inmobiliarias y los propietarios. La foto nos permite saber si los datos realmente son vigentes y si la cédula corresponde al rostro del aspirante. Tras consultar su información en las centrales de información, nos encontramos con un alto porcentaje que no requiere deudores solidarios por su historial crediticio, así que de una vez se les aprueba el contrato de arrendamiento”, señala Florez. En el caso de aquellos a los que no les alcanza para presentarse sin fiador, se hace entonces la validación con la foto del deudor solidario. Por ahora, esta aplicación está dirigida a las inmobiliarias como un servicio adicional para sus posibles clientes. Incluso, la aplicación permite que primero el posible inquilino fije su presupuesto para arriendo, le validan si lo puede pagar y luego sí proceden a buscar el inmueble para que el proceso sea más rápido. Actualmente, este servicio está en pruebas en Bogotá, pero a partir de enero se ofrecerá en las principales ciudades del país.

Aunque la firma de contratos de manera digital ya existía y se usó aún más durante la pandemia, con la aplicación se busca que el cierre del proceso de alquiler de vivienda, que antes duraba cinco a seis días, ahora tome horas. Florez destaca que esta tecnología duplica la capacidad operativa de las inmobiliarias, las cuales vivirán un proceso similar al que experimentaron las aerolíneas entre 1995 y 1996 cuando empezaron a vender sus tiquetes por internet y hoy ese es su principal canal. En Afiansa, firma que opera desde 2005, esperan que esta tecnología la utilicen las más de 700 inmobiliarias con las que ellos trabajan y con las que realizan 250.000 operaciones anuales. Su trabajo consiste en dar una fianza para prever y garantizar los riesgos económicos que existen al arrendar un inmueble. Durante el año pasado, cuando en medio de la crisis económica derivada por la covid-19 se les dieron gabelas a los inquilinos que no podían pagar, el Gobierno convocó a los actores del sector para que negociaran y en el caso de Afiansa lograron 10.000 acuerdos con inquilinos y dueños. Florez señala que el sector se ha normalizado relativamente rápido y que en 2021 mejoró el cumplimiento de los inquilinos, pudiendo recuperar gran parte de la cartera vencida.